DAVID GILMOUR REVELA QUE LA MITAD DE LOS TEMAS DE PINK FLOYD FUE ÉL QUIEN TOCABA EL BAJO...

Entre los cuatro miembros de la formación clásica de Pink Floyd,  David Gilmour al menos estaba interesado en ver qué más podía hacer además de fantásticos solos de guitarra. Nunca se planteó convertirse en el líder tras la salida de Roger Waters, pero álbumes como The Division Bell demostraron que iba por buen camino para crear canciones mucho más accesibles a un público más amplio.

Al mismo tiempo, nada sería igual sin el regreso de Roger  Waters., que puede que no fuera un buen cantante , pero su talento para componer fue lo que lo convirtió en el alma del grupo. Syd Barrett había dejado la banda con solo restos de su trabajo, y cuando Waters empezó a escribir sobre el dolor y la empatía que sentía por los problemas más graves del mundo, era imposible no sentirlo cada vez que sonaba un álbum como Dark Side of the Moon .

Por otro lado, la idea de que el grupo sea verdaderamente rock progresivo se desmorona cuando se trata de la técnica de Waters. Si bien algunas de las mejores canciones progresivas provienen del canon de Floyd en álbumes como Animals y Wish You Were Here, comparado con genios del sonido como Chris Squire de Yes o Geddy Lee de Rush, incluso Gilmour tuvo que admitir que Waters está muy por debajo de todos los demás en su género.

Contribuyó al progreso de la música en muchos aspectos, pero Gilmour sentía que Waters nunca perfeccionó su técnica a lo largo de los años, diciendo :

«Había desarrollado su propio estilo, limitado o muy simple. Nunca le interesó mucho mejorar como bajista. La mitad del tiempo yo tocaba el bajo en los discos. De todas formas, al menos la mitad del bajo en todas las grabaciones soy yo».

No era lo que la mayoría de la gente imaginaba al ver música progresiva, pero eso fue lo que hizo a Waters tan cautivador como líder en sus inicios. Le interesaba mostrar a la gente dónde se encontraba en cada momento de su vida, y aunque no tocara bajozos de locura, era lo suficientemente impresionante como para contemplar y respetar la magnitud y el alcance de sus grabaciones.