HISTORIA NO CONTADAS DE PERSONAJES DE LA MÚSICA.
Stephan Jenkins no conoció al chico cuya cabeza alojaba mil tormentas y cuya piel supuraba por la herida del rechazo, pero alguien le contó de qué forma y en qué lugar de California acabó su historia. Y así el mandamás de Third Eye Blind tomó su guitarra, se imaginó siendo el mejor amigo de ese desdichado, escribió unas líneas y les colocó un título sin rodeos que resumía la tragedia: «Jumper».
No quiso preguntar el nombre del joven que a pleno sol había saltado desde ese puente. Conocía la funesta estadística asociada a la estructura que une a San Diego con Coronado (entre quince y veinte suicidios por año desde 1969) y estaba enterado de que en aquel tiempo, mediados de los noventas, estas cifras le situaban como el segundo puente en Estados Unidos del que más gente se valía para acabar con su vida, solo detrás del Golden Gate de San Francisco.
Tras escribir «Jumper» en 1996, Stephan y el resto del grupo decidieron esperar dos años para lanzar la pieza como última carta promocional de su disco debut. En enero de 1999, el single encalló en el quinto puesto de un Billboard Hot 100 liderado por la imbatible “…Baby One More Time” de Britney Spears, un logro relevante pero menos significativo que el barullo que su mensaje lírico dejaría en la década en la cual se acuñó por primera vez el término “LGBT”.
«The angry boy, a bit too insane, icing over a secret pain, you know you don’t belong, you’re the first to fight, you’re way too loud, you’re the flash of light on a burial shroud, I know something’s wrong…«
«Las letras hablan de un chico homosexual que saltó desde el Puente Coronado porque era víctima de bullying una y otra vez. No compongo canciones de política ni escribo ensayos. Si algo tiene un impacto emocional en mí, lo plasmo en mi diario y después se transforma en una canción. Cuando supe de esto, pensé en todo lo que yo le habría dicho a aquel joven», confesó Jenkins. «¿Era un tema adelantado a su época? No tengo idea, pero recuerdo que la propia disquera nos cuestionaba… ‘¿Tiene que tratar necesariamente acerca de ser gay?’».
A pesar del avance de los años y de alejarse de su propia juventud por pura biología, los Third Eye Blind conservaron un nexo casi mágico con cuadrillas de chavales que nacieron en la década en que ellos invadieron la radio, una ola generacional que se permitió reabrir el pasado y saludar su cancionero primigenio gracias a «Jumper» y a otros cortes tan crudos y catárticos como «Wounded», uno que Jenkins compuso luego de que una de sus amigas fuera violada sin compasión.
En pleno festival de iHeartRadio de 2015, la popera Demi Lovato sorprendió a los asistentes invitando al cincuentón Stephan a interpretar «Jumper» a su lado. Víctima de cuadros depresivos, desórdenes alimenticios y adicciones, la cantante veinteañera de Albuquerque remató el dueto abrazando al veterano y gritando una frase de la letra antes de decir adiós: «Everyone’s got to face down the demons!«
“Hoy puedo decir que esa canción no es una reliquia, es una canción acerca de vivir», reflexionó el músico en un podcast en 2018. «Empezó como una súplica para que ese alguien se alejara de la cornisa y ahora es una canción de exaltación, de victoria.
En enero de 2023, medios locales de San Diego reportaron que se destinarían casi quince millones de dólares para instalar redes voladizas a lo largo de los tres kilómetros que mide el Puente Coronado y así frenar las fatalidades. Como pasa con tantas cosas, la noticia fue un corte de caja de intenciones. Acaso la música, y ciertas canciones en particular, ya habían tenido resultados más concretos. Que miles de jóvenes se siguieran de largo y llegaran a Coronado o a San Diego sin detenerse era más que conquistar el Billboard un millón de veces.
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